lunes, 26 de septiembre de 2016

Here I am!

¡¡Mis maleter@s!!

Esta vez sí, esta vez vuelvo a teclear y lo hago para quedarme, como os dije, de momento de manera semanal.
Sé que he estado desconectada, aunque por redes os he podido mantener al día, así que sabéis la razón principal… Y es que como dice el dicho que me estoy inventando en este momento: cuando el amor llega, el blog sale por la ventana. XD
Seguro que os ha pasado, que entras en algo intensamente, le dedicas tu tiempo y casi tu vida (y es que escribir a diario, es un placer por estar a vuestro lado, pero al mismo tiempo es una presión y un esfuerzo muy complicado de llevar hacía delante en algunas ocasiones), y lo haces de tal manera que al final no puedes más, y cuando un hobbie, algo que te gusta y te divierte, se convierte en una obligación… ha llegado el momento de pararlo (al menos para mí). Y justo eso ocurrió.





Peeeeero no hay mal que mil años dure, ni una servidora sin escribir 2 años… jajaj. (sí, estoy hoy refranera). Así que aquí estoy, empezando por contaros en qué punto estoy, que ha sido de mí estos meses y como poquito a poco os volveré a poner al día de todo lo que ocurre por la ciudad, mis locos viajes, mis mejores recetas, mis secretos de belleza, y los planes únicos que van surgiendo y que merecen ser compartidos.

Sé que muchos habéis ido sabiendo de mis andanzas este verano, como me he recorrido un cachito de paraíso por las Bahamas, México, y EEUU (pero esto ya os lo cuento en otros posts, que merece mención propia), y como de nuevo mi sur está más conmigo que nunca, claro que en realidad en ningún momento ha dejado de estarlo.

Habéis visto como cualquier día me como a mis niñas norteñas. Esas locas que hacen que cada día sea especial, cada evento una locura, y cada mal trago, mucho más llevadero. Y ellas son en gran parte las culpables de estar de nuevo por aquí, porque lo que mi Pil Bambina me anima y me pica (sí, a partes iguales), para volver a compartir con tod@s vosotr@s... No tiene nombre.




mbién me estáis acompañando en esa historia tan bonita junto a la persona que más feliz me hace, y que es absolutamente increíble. Así que me encanta compartirlo con vosotr@s.


Y ¿sabéis qué? Es verdad, escribir me ayuda, me desahoga, y me aporta un ratito de paz y tranquilidad. Así que… ¿por qué no dedicarme ese capricho?.

La próxima semana, salvo eventazo imposible de retrasar en su narración jeje, os empezaré a contar el pedazo de viaje que me he marcado este veranito, por aquello de llevar mejor la vuelta al cole.

¡Un besazo enorme!


Nos leemos.